El Ministerio Cristo de Poder juntamente con los pastores José y Sofía Del Cid han aceptado con mucho amor y humildad el mandamiento del Señor en Mateo 28:19-20""Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y el hijo, y del Espíritu Santo; ensenándoles que guarden todas las cosas que os he mandando; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén"".

Asumiendo responsablemente el honor y privilegio que es servir a Dios, a nuestra comunidad y a las diferentes Naciones que Él nos permita alcanzar.

Nuestro propósito es el de alcanzar las almas perdidas, restaurar y levantar al caído, edificar la iglesia en el amor de Jesús, la unidad de su cuerpo y el conocimiento de sus escrituras.

Nuestra visión es impactar a través del poder del evangelio de Jesucristo a nuestra comunidad, los pueblos, ciudades y Naciones, teniendo como objetivo primordial las familias, haciendo de cada creyente un discípulo, y líder de excelencia con la capacidad de formar a otros. Nuestra meta es transferir espiritual y materialmente un legado de bendición, a las generación futuras Visualizamos nuestra sociedad reformada a través del poder dé Dios. “La herencia del bueno alcanzará a los hijos de sus hijos…” (Proverbios 13:22)

¿Cómo desarrollamos la Misión encomendada?

  • Evangelizando a los perdidos (Juan 3:16)

  • Afirmar y consolidar los nuevos convertidos (1 tesalonicenses 5:23)

  • Formar discípulos para desarrollar liderazgo (1 Timoteo1:6-11)

  • Impartir la visión, autoridad y unción del Espíritu Santo (Lucas 9:1-2)

  • Enviar lideres capacitados, para capacitar a otros (Marcos 6:7-13, 7)

Ejercemos está visión y misión, en obediencia y sujeción a las palabras de Jesús; quien nos encomendó que enseñáramos a sus discípulos, el amor a Dios y a nuestro prójimo (Mateo 22:37-40,37) ""Jesús dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas"".